El amor es como una gran hoja en forma de corazón.
Mientras más riegas y cuidas el árbol, más crecen sus hojas.
«Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta»– decía el Principito.
Empecemos un nuevo mes dando lo mejor de nosotros, con amor.
Con ese amor que encontramos en nuestro interior y que si lo damos a otros, se expande y regresa multiplicado.
También lo encontramos en todo lo que reflejamos en nuestro exterior, como en la mirada noble de nuestro amigo/a fiel de cuatro patas, en la mirada inocente de un niño/a, en la luz del sol que nos reconforta, en lo intangible de la brisa, en lo efímero de un beso…
¡Que el amor que das lo recibas siempre multiplicado!