Hay cosas en la vida que nunca cambian, como tu esencia y tu sonrisa.
A medida que avanzamos en el camino de la vida, evolucionamos.
Y ya no vemos las situaciones como las veíamos antes.
Hemos cambiado un poco nuestra perspectiva con respecto a algunos temas.
Porque aprendemos de las experiencias vividas.
Sin embargo, nuestra esencia sigue siendo la misma.
¿Lo habías notado?
¿Alguna vez te han dicho?: 《¿Cómo has podido cambiar tanto?, ¡no te reconozco!》
Es tu alma o la de esa otra persona -que es tu reflejo-, que ha evolucionado y por eso se siente un cambio, porque la sintonía es distinta y la vibración es diferente también.
Saca a relucir la mejor parte de ti y muéstrala al mundo. Sin miedo.
Abrazando siempre a tu niño(a) interior y permitiéndole que te acompañe en el recorrido.
Porque así es la vida, un maravilloso camino de evolución.
Y yo solo quería recordártelo el día de hoy.
Por cierto, ¿crees que mi sonrisa sigue siendo la misma o ha cambiado?