¿Sientes que todo cambia de repente sin darte tiempo siquiera a maniobrar?
No eres el(la) único(a). A todos nos sucede. Es una invitación a salir de tu zona de confort y es parte de nuestro camino evolutivo.
La vida es a veces como una acrobacia, una actividad que implica equilibrio, agilidad y coordinación.
Muchas veces amerita que seamos valientes y salgamos de nuestra zona de confort, poniéndonos cabeza abajo para que podamos soltar el control de la situación.
Suelta el control y confía en que lo mejor es lo que sucede
Confiar en que siempre sucede lo mejor requiere de agilidad porque no hay que detenerse a analizar, si lo analizas mucho quizás te mantendrás en la zona de la comodidad, de lo conocido, porque el miedo te impedirá seguir adelante con tu idea de cambio, por lo tanto, no avanzarás.
Cuando aprendes a confiar eres capaz de soltar el control de cualquier situación para atreverte a vivir en el presente, solo así podrás empezar un nuevo cambio en tu vida que te permita avanzar.
Lo único que podemos controlar realmente son nuestros pensamientos y actos.
Atrévete a salir de tu zona de confort para evolucionar
Salir de la zona de confort es como estar cabeza abajo, en una postura a la que no estamos acostumbrados pero que luego nos trae grandes beneficios.
La zona de confort es ese lugar de comodidad en el que muchas veces permanecemos sin atrevernos a movernos (a hacerlo diferente), quizás por miedo a lo desconocido.
Quizás ese trabajo que no te gusta es tu zona de confort y allí permaneces porque es lo más seguro que tienes y dudas de poder encontrar algo mejor.
El miedo te impide salir de tu zona de confort
Cuando pensamos en cambiar una determinada situación en nuestras vidas nos invade el miedo.
Esto es algo totalmente normal, a muchos nos sucede y es debido a la incertidumbre que genera pensar en lo que encontraremos después de hacer el cambio.
Salir de tu zona de confort te trae grandes beneficios
En la foto que ves al inicio de este post yo estaba realizando una actividad que me sacaba de mi zona de confort porque era la primera vez que la hacía, al principio sentí miedo y fue realmente difícil lograr permanecer cabeza abajo por unos segundos, hasta que decidí confiar y pensar en que «si otros lo habían hecho, yo también podía hacerlo».
También pensé en los beneficios de salir de mi zona de confort para realizar esta postura de aeroyoga y me animé aún más, las posturas cabeza abajo fortalecen las cervicales, aumentan la irrigación del cráneo, mejoran las capacidades mentales, la vista y el oído, equilibran el sistema hormonal y aportan armonía. También tienen un efecto de drenaje sobre los órganos pélvicos y abdominales, mientras que los órganos vitales como el cerebro, el corazón y los pulmones se llenan de sangre. Son posturas recuperadoras que aportan vitalidad, mejoran la circulación, colaboran en la concentración y son de gran ayuda para conciliar el sueño.
Interesante, ¿cierto?
Alimenta tu mente de pensamientos que te brinden seguridad, tranquilidad y confianza, solo así te resultará más fácil salir de tu zona de confort.
Y tú, ¿recuerdas algún momento en el que hayas decidido salir de tu zona de confort y soltar el control de una situación? ¿Cómo te ha beneficiado?
Me encantará leerte. Cuéntame.
¡Feliz día querido(a) amigo(a) emprendedor(a)!
¡Que el sol ilumine tu día hoy!
